LOS VALORES
EN EL HOGAR
Decimos que la
primera escuela es en el hogar, y que muchas de las buenas o malas costumbres
que cada uno como persona poseemos las adquirimos allí, en el hogar, es lógico
creer esto pues así es; la mayor parte de nuestras actitudes las adoptamos de
nuestra familia en este caso nuestros padres, quienes con el gran interés de
hacernos personas útiles a la sociedad, otorgan todo su conocimiento, tanto
moral como académico.
Hoy en día con
un mundo plagado de inmoralidades,
hacemos caso omiso a lo que en aquel momento nuestros padres nos
enseñaron; y es que, quiero pensar que en cada hogar los padres se esforzaron
enseñando buenas costumbre, pero lastimosamente no es así, es por eso que me he
tomado la libertad de escribir este artículo, con el objetivo de que los padres
se den cuenta la gran responsabilidad que tienen a cargo “la buena educación de
su familia”, y es que se dice también –árbol que nace torcido jamás su tronco
endereza-. Es muy probable pero creo que como seres humanos tenemos la
capacidad de ver lo que es bueno y es malo como para corregirlo.
En muchos casos
nuestros padres no nos enseñaron buenos modales; ojo que esto no quiere decir
que su padre era un delincuente, la mayoría de veces los padres están tan
preocupados por mantener el hogar y se olvidan un poco de su verdadera tarea
como padres, que es educar a los hijo, entonces ahora nos preguntamos ¿Por qué
mis hijos no me hacen caso o no quieren estar conmigo? Yo tengo una respuesta,
no te hacen caso porque nunca les has enseñado a obedecerte, y esto se logra
con tiempo de calidad juntos, y segundo no quieren estar contigo, porque en los
momentos que ellos te necesitaban tu no estabas con ellos. Se escucha fuerte y
ustedes dirán de mi que soy un atrevido, pero lo he vivido, y no como padre,
sino como hijo, como lo dije antes quizá tu eres una persona muy trabajadora,
ocupada en todo momento, pero mira las personas que te rodean no solo te piden
cosas materiales o dinero, también te exigen amor, comprensión, atención, compañía,
tener un amigo con quien platicar y eso es lo interesante de la familia. Ahora
espero que tu perspectiva hacia tu familia cambie, estoy casi seguro, que tú
creías que la mayor responsabilidad en la familia era mantener un hogar, pero
no es así, claro no le resto importancia a mantener (económicamente) un hogar,
pero sé que es más provechoso enseñar a la familia estos valores que antes te
mencione.
Mi abuelo le
decía a mi mamá, y posteriormente a mi; hijo lo que yo te pueda enseñar a través
de mi experiencia y pagarte el estudio será mi mejor herencia para ti, y estoy
de acuerdo en eso; se dice que el que no aprende de la historia está condenado
a repetirla; así que si tu querido lector no tuviste estos valores en casa,
insisto no porque tus padres hayan sido malos, sino porque estaban tan ocupados
en los afanes de la vida, es tiempo que tu cambies con tu familia. Por el caso
contrario estoy seguro que si tus padres estuvieron haciendo lo que te comente anteriormente,
tendrás un bello recuerdo de los momentos que pasaste con ellos.
Los valores
morales en el hogar de los cuales yo quiero hablarte no solo son aquellos que
enseñaras para que tu familia sea mejor en la sociedad, sino que tú tienes que
enseñarlos a través de la práctica, a que me refiero con esto, enseñar haciendo
es lo mejor, y se le llama a los valores al conjunto de normas que rigen
nuestras vidas, estos son pues los parámetros que nos permiten juzgar si un
acto es moralmente bueno o malo, conforme a los acuerdos implícitos o explícitos
que ha denotado una sociedad, pero más importante que denotas tu como una
persona moral. Y es que es un poco difícil de hablar de los valores morales,
cuando en nuestro país lastimosamente se rompan estos a cada día, desde una
muerte hasta el dinero por debajo de la mesa (corrupción) se podría decir que
la sociedad hoy en día conoce los valores morales, pero simple y sencillamente
no los pone en práctica.
Y no quiero
hablar de los problemas que nos aquejan como nación, pero en cuanto al tema que
hoy estamos planteando, va incluido este tema, en fin, para ti querido lector ya sea padre de
familia o hijo, el objetivo principal es que cada día seas mejor persona y que
no te olvides de las enseñanzas que recibiste de tus padres.
La honradez es
un valor moral que hoy en día en las familias estamos perdiendo, y tomando en
cuenta que la familia es la base de la sociedad, la sociedad misma está
perdiendo la honradez, es pues la honradez la conducta que no permite hacer,
decir o tomar algo que perjudique a
terceros, y que en efecto te beneficie a ti; y es que muchos podríamos decir
“yo soy una persona honrada, todo lo que tengo lo he hecho con el sudor de mi
frente” estoy de acuerdo, pero se pierde el término “honradez” cuando tu tomas
algo que no te pertenece para tu uso, en el trabajo sucede mucho esto, no tengo
hojas o utensilios de oficina, no importa los tomo del trabajo que allí no se
dan cuenta. Por muy pequeña que sea la falta ya es deshonradez, que
confrontativo es esto pero así es; trasladémoslo al plano del hogar, he visto y
muchas veces en el caso de los hermanos que se prestan las cosas, un hermano
toma sin permiso las cosas de otro, y el otro hermano como es lógico se molesta
y como venganza el también hace los mismo, en un principio se rompió el valor
honradez, pero se convierte en un círculo vicioso cuando el otro no está
dispuesto a pararlo sino que también hace lo mismo, y los más interesante es lo
que dice el padre –por favor no molesten, estoy cansado (a), en algunos casos
ni siquiera les interesa, quizá dirán, es problema de ellos ni mío. La honradez
en el hogar tendría que ser así: hermano por favor me prestas tu playera, y el dirá
si lo presta o no, y allí incluiríamos otro valor el compartir pero eso es otro
tema.
En cuanto a los
valores morales hay mucho que aprender y es necesario estudiarlo bien, pero por
esta edición es todo lo que este espacio nos permite, claro estaremos abordando
temas muy interesantes de lo que los valores hacen a las familias como base de
la sociedad, y también lo bueno que podría ser si pusiéramos en práctica estos
valores.